
Usar un calzado infantil óptimo es de suma importancia. Unos buenos zapatos de niño son fundamentales porque pueden influir en el correcto desarrollo del pie.
Me ha sorprendido enormemente leer un estudio de la Universidad Miguel Hernández de Elche, y que ha sido avalado y divulgado por el Consejo General de Colegios de Podólogos, que afirma que, de 600 niños analizados en edades comprendidas entre los 3 y 12 años, un tercio de ellos, fueron enviados al podólogo.
Dice el estudio, que el 62% de los escolares analizados (casi todos de sexo masculino) acudía a diario al colegio con un calzado infantil específico para fútbol de césped artificial o para fútbol sala. Quien conozca este tipo de calzado infantil sabe que la suela es fina, multitacos, de horma estrecha y de un material artificial. Este tipo de botas, según explican desde el Consejo General de Colegio de Podólogos, provoca que las uñas se amoraten, se traumaticen e incluso se puedan perder, los dedos pueden deformarse y eso puede derivar en unos dedos en martillo o en garra. A los pequeños estas botas tan ajustadas les encantan porque tienen la sensación de que el control del balón es mayor al tener los dedos tan ajustados, pero ya veis las consecuencias…
Y si el porcentaje de niños con este problema es del 62%, hay otro 11% (en su mayoría niñas) que acuden de forma habitual al centro escolar con calzado deportivo con ruedines.
Y si el uso de calzado infantil incorrecto puede causar graves problemas, lo cierto es que la falta de zapatos, también. Deportes como las artes marciales favorecen el contagio de papilomas víricos por practicarse descalzo. En este sentido, Santiago Nieto, secretario del Consejo General de Colegios de Podólogos aconseja un poco de vigilancia. Que los chicos tomen como hábito mirarse los pies de vez en cuando para detectar lo antes posible cualquier problema.
Nosotros como padres, debemos tener en cuenta que todo lo que se hace (tanto bien como mal) en la época infantil, va a repercutir a nuestros hijos en su edad adulta. Hasta ahora, os he hablado de deporte, pero muchas veces, nos despistamos y usamos con nuestros pequeños calzado infantil que no les viene bien.
Los podólogos nos ofrecen una serie de recomendaciones a seguir a la hora de comprar el calzado infantil que, creo son fundamentales seguir.
Los zapatos deben tener horma recta. Si no la tienen, podemos crear deformidades en el pie. Si queremos asegurarnos de si un calzado infantil tiene la horma recta, debemos comprobar que cuando miremos los zapatos, la forma de la suela no hace cuña hacia dentro del pie.
El contrafuerte ha de ser rígido. Para que el talón se mantenga firme, nos interesa comprar unos zapatos cuya parte posterior del talón no sea fácil de deformar.
El dorso del pie bien sujeto. Debemos evitar que el pie se mueva en exceso hacia adelante y atrás o hacia los laterales, el pie debe quedar correctamente sujeto. Por eso es importante contar con calzado que use velcro o cordones. Es por ello que para una buena biomecánica, calzado infantil como mocasines o bailarinas, no es de lo más adecuado.
Las punteras tienen que ser amplias. Una puntera amplia, sin ejercer una presión excesiva, permitirá que los dedos puedan moverse con cierta libertad.
Suela indeformable, pero de goma flexible. Si la suela no es indeformable y se dobla con facilidad permitirá que los vicios del pie se mantengan o aumenten. Obviamente, el zapato de niño, tiene que tener una suela de un material que evite que el peque se resbale.
Intentemos evitar materiales sintéticos. La mayoría de este tipo de calzado ofrece poca transpirabilidad. Lo mejor es usar calzado infantil de piel.
Intentar probar el calzado en el pie. En el pie o mejor dicho, en los pies, porque aunque los pies son parecidos, no son iguales. Por eso, desde el Consejo General de Colegio de Podólogos aconsejan probar los zapatos en pie izquierdo y derecho. Además, es mejor compralos por la tarde porque hay una diferencia del 4% del volumen del pie respecto de la mañana.
Mejor zapatos de niño que faciliten su autonomía. En la medida de lo posible, usar zapatos para niños fáciles de poner y quitar por ellos mismos.
Debemos revisar los zapatos de los niños principalmente para asegurarnos que, con lo rápido que crecen, no les quedan pequeños. Así entre otras cosas, evitaremos rozaduras, heridas y eczemas.
Zapatillas de deporte sí, pero no en exceso. Las zapatillas de deporte, para hacer deporte. El nivel de transpirabilidad de las zapatillas deportivas es muy bajo ya que, suelen estar fabricadas con un material interior que se llama poliamida. Con este tipo de zapato infantil, el nivel de sudoración aumenta, esto trae consigo problemas de aireación y puede provocar la aparición de hongos en la piel de los pies.
Tampoco debemos olvidarnos de los calcetines, por eso, después de practicar deporte también debemos de cambiarlos para mantener el pie lo más seco posible.
Si el calzado infantil de nuestros peques es muy importante, también lo es seguir una serie de recomendaciones. Recomendaciones generales para asegurarnos del buen estado de los pies no sólo de los niños sino también de los adultos:
Cortar siempre las uñas en línea recta.
Para eliminar los callos, no debemos usar productos químicos ni apósitos. Deben de ser eliminados por profesionales sanitarios.
Debemos inspeccionar los pies con cierta frecuencia sin olvidarnos de la zona entre los dedos.
La higiene es muy importante por eso, lavado diario secándolos con cuidado.
Si en lugar del cuidado de pies en niños o adultos, estamos hablando de jóvenes, debemos vigilar el cuidado de las uñas. El adolescente asume su autocuidado y puede hacer un corte de uñas incorrecto lo que puede acarrear uñas encarnadas.
En definitiva, debemos de ser consciente de lo necesario que es el cuidado de los pies tanto en niños como en adultos. Además, al menos una vez al año, deberíamos acudir al podólogo a realizar una revisión exhaustiva.
FUENTE: mepicalaetiqueta.com